학술논문

Aterosclerosis carotídea e intracraneal en una población pediátrica: Un estudio de autopsia.
Document Type
Article
Source
Revista Mexicana de Neurociencia. Mar/Apr2012, Vol. 13 Issue 2, p93-97. 5p.
Subject
*ATHEROSCLEROSIS
*AUTOPSY
*DISEASE prevalence
*CAROTID artery diseases
*HISTOPATHOLOGY
Language
Spanish
ISSN
1665-5044
Abstract
Introducción: Existe poca información sobre la frecuencia de la aterosclerosis en los muy jóvenes. Objetivo: Describir la prevalencia y severidad de la aterosclerosis carotídea e intracraneal en sujetos menores a 18 años de edad. Métodos: Se realizó un análisis prospectivo sobre 32 menores quienes recibieron autopsia debido a causas legales, principalmente muertes por trauma accidental. Todos los sujetos tenían arterias carótidas e intracraneales indemnes y adecuadas para examen histopatológico. Las placas ateromatosas se clasificaron de acuerdo con el sistema de la American Heart Association (grado 0 = normal, grado I = lesión inicial, grado II = estría grasa, grado III = estría grasa elevada, grado IV = ateroma, grado V = fibroateroma, grado VI = lesión complicada). Resultados: Hubo 18 (56.2%) mujeres. La edad promedio fue de 6.5 años (mediana: 4.5, rango: 1 a 17 años). Sólo ocho (28.6%) sujetos eran mayores de 12 años. Ninguno de los pacientes padecía de diabetes, hipertensión, dislipidemia o historia familiar de muerte cardiovascular temprana. Sólo un sujeto tenía el antecedente de consumo de alcohol y tabaco. Un total de 21 (65.5%) sujetos tenían carótidas normales, cuatro (12.5%) tenían lesiones grado I, y siete (21.9%) grado III. El polígono de Willis fue normal en 19 (67.9%) sujetos, uno (3.6%) tenía lesiones grado I, seis (21.4%) grado II, uno (3.6%) grado IV y uno (3.6%) grado V. No se identificaron lesiones complicadas ni estenóticas. La severidad de la aterosclerosis correlacionó entre ambas carótidas (rho de Spearman 0.569, p = 0.001), pero sorprendentemente no entre carótidas y polígono de Willis. Conclusiones: Lesiones incipientes del espectro de la aterosclerosis pueden encontrarse hasta en 30% de las arterias intracraneales y carótidas de mexicanos muy jóvenes. [ABSTRACT FROM AUTHOR]